4 sept 2010

Hacienda somos tontos.


Poner unas cajitas de vino en un domicilio de Düsseldorf cuesta tres días, el lunes las recoge el transportista en Logroño y el jueves ya puedes descorcharlas ahí, en Alemania.
Claro que para exportar cualquier cantidad de vino, necesitas rellenar un documento de acompañamiento por aquello de los impuestos especiales, ya saben, el alcohol, el gasóleo, esa clase de cosas de las que hay que proteger al ciudadano, supongo.

Cada vez que paso por el arco eléctronico de la Delegación consulto la agenda,
no sea que vaya a dar algún plantón a cualquier cita anterior a las dos, que es cuando cierran.
Pero esta vez fui confiado y directo a comprar el 503 al mostrador correspondiente. Así que
cuando la señora o señorita, no quise ni preguntar, me juraba y perjuraba que tenía que subir a la segunda planta a pedir un permiso especial para que me vendiera el impreso, pensé que se trataba de alguna gilipollez de esas con las que tanto reimos en los programas de cámara oculta. Como me dijo que lo debía de pedir en Aduanas ya me imaginé que podría tratarse de cualquier absurdo.
Y miren que uno está acostumbrado a estas aplicaciones de leyes aduaneras, que si un viaje a comprar el impreso, otro para que te den un número para el pedido, otro para la recepción de la mercancía y otro, más tarde, para liquidar el iva. Y eso contando que cada vez encuentres a la persona adecuada para cada trámite. Aunque he de reconocer que últimamente se está informatizando algo el asunto y algún viaje que otro se va ahorrrando.
Pero el puto 503, ni siquiera lo puedes descargar, sino que
necesitas que cualquier funcionario del departamento te rellene una
cuartilla con el nombre y los datos que tú le digas, no te piden ni el dni, para que vuelvas a Impresos y, también sin presentar ninguna documentación, te lo vendan.
¿A que aburro?

Para quién no crea en aquella leyenda de los electrodómesticos- ya saben que como se compraron a la vez, comienza rompiendose la lavadora, le sigue el frigorífico, al poco el lavavajillas y hasta la tostadora al mismo tiempo- o las desgracias nunca vienen sólas, les contaré que en el plazo de quince días voló el espejo de la furgoneta en plena autopista, se estropeó el motor del elevalunas del copiloto, petó sin solución mi ordenador portátil y se partió la llave en el bombín de la puerta que cierra las bicicletas.¡Menos mal que para esos casos esán las aseguradoras!

Obviando las minúsculas letras de los contratos que rigen las polizas, las salidas de cerrajeros a no menos de 40 euros y la cualificación técnica de varios gremios, me queda un poso deee ¿Cómo lo diría? ¿Fraude normalizado?
Tampoco es que me haya caído de un guindo, que estoy en la calle vendiendo y compruebo cada día como el furgonetero le llena de vino el almacén al empresario de los módulos- Los módulos, ya saben:Esa compensación fiscal, al buen tuntún que estima el volúmen de negocio en función de las dimensiones físicas que uno enseñe y que ningún político se atreve a tocar- Pero claro, al menos en ésos casos, los defraudadores se conocen entre si. No como en distintos casos de mis desventuras, que sin conocerme de nada me han preguntado, con toda la naturalidad del mundo por si quería o no factura.

4 comentarios:

Gabriel Haro dijo...

Juan Carlos, y que no tengas la mala suerte que la persona encargada, no se haya idoa echarse un bocado por ahí, que si no ya la tienes.

Por otro lado, la verdad que siendo países vecinos y amparados en una unión economica, tanta traba, es umpresionante. Además quieres hacer todo corecto, entoces te falta esto, o es que pasa de este importe, y entoces esto otro. ¡En fin!

José Luis Giménez dijo...

A estas alturas de temporada sigo sin comprender esa cosa de "Libre tránsito de mercancias y personas".

En esas situaciones, que con penosa periodicidad nos toca sufrir, sin busco alrededor al fantasma de Gila o al señor Forges ilustrando el paisaje y paisanaje.

Somos exactamente los mismos que hace siglos y vuelva usté mañana...

Saludos,

Jose

www.ino dijo...

Entiendo lo de los distintos tipos impositivos y fiscalidades en cada país de la UE,lo que no comprendo es por qué se trata de dificultar el tránsito de mercancías por el sólo hecho de no aplicar la tecnología.
Quiero decir que no debe de ser tan complicado y costoso el colgar un pdf descargable con el documento correspondiente en una página web, por ejemplo. O recepcionar la mercancía a través de otro documento informático.Etc.
Así que parece claro que interesa bastante dificultar los trámites.
Lo que no tengo ni idea es por qué.

También está lo del "vuelva usté mañana" y los cerebros que organizan el tinglado, con las leyes en la mano, en colaboración con los obedientes funcionarios.

Pasa como con lo del negro, lo del b, lo del "modulamen". Todo el mundo sabemos que existe, pero nadie lo quiere tocar.

José Luis Giménez dijo...

Es que si se hacen las cosas bien y justamente... hay mucho egipcio que se queda sin su parte.

Saludos,

Jose